El chef Antonio Alfaro, jefe de cocina del circuito Ascari, será el representante rondeño en la final del concurso de cocina ecológica que organiza Ecovalia y que se celebrará este próximo fin de semana en la Escuela de Hostelería de Sevilla.
Alfaro, tras pasar diferentes fases de preselección y posteriormente las semifinales provinciales que tuvieron lugar en la Escuela de Hostelería de Benahavís, logró hacerse un hueco en la gran final de este concurso nacional Ecovalia a la que llega por segunda vez, ya que el pasado año se hizo con el segundo puesto en la misma.
«Al día siguiente me saltó que se abría la convocatoria de este concurso y me animé a enviar mi propuesta de receta»
Durante estas fases tuvo que confeccionar diferentes recetas con las cajas de productos ecológicos que les facilita la organización y con las que tienen que elaborar un plato, que en el caso de Alfaro contaron con una mezcla entre resaltar el producto e introducir técnicas de vanguardia para darle un giro a recetas tan reconocidas como un pisto con huevo que logró cautivar al jurado.
Su hijo le animó
Poco amante de los concursos de cocina por una mala experiencia que tuvo al inicio de su ya amplia carrera profesional, debido a la presión que sufrió en el mismo, decidió probar suerte en este caso al mantener una conversación con su hijo que le anima a presentarse, aunque en este caso era al conocido programa televisivo Masterchef. «Al día siguiente me saltó que se abría la convocatoria de este concurso y me animé a enviar mi propuesta de receta», explica Alfaro.
A la búsqueda del primer premio
Ahora, en su segundo año buscará hacerse con el primer premio, aunque se queda con la experiencia vivida hasta el momento y poder presentar su cocina, algo que lleva ya haciendo 16 años en el conocido circuito rondeño en el que lleva al mando de sus fogones 15 años. Una final en la que tendrá que preparar siete platos para el jurado disponiendo tan solo de una hora para ello.
Una dilatada carrera que inició a los 16 años cuando empezó a fregar platos en un restaurante y descubrió que le gustaba la cocina, por lo que decidió estudiar en la escuela de cocina de Marbella y tras pasar por Puente Romano regresó a Ronda.