Los vinos elaborados por las diferentes bodegas de Ronda han logrado tras años de trabajo hacerse un hueco en este competitivo mercado, obteniendo el reconocimiento de clientes, restaurantes y críticos especializados.
Un trabajo en el que han sido muchos los profesionales implicados, aunque sí hay un establecimiento al que se le pueda otorgar el reconocimiento de embajador de los vinos rondeños es al restaurante Pedro Romero, un establecimiento que está próximo a cumplir los 50 años como uno de los referentes de la gastronomía local.
Allí hace 12 años que la familia Mayo, responsable del mismo, decidió realizar una apuesta total por las referencias locales e incluir dentro de su carta de vinos tranquilos (tintos, rosados y blancos) tan solo aquellos que son elaborados en la Serranía.
«No nos arrepentimos de aquella apuesta, la prueba está en que seguimos con ello», explica Tomás Mayo, un verdadero enamorado de los vinos que se elaboran en Ronda y del trabajo que se realiza en las bodegas, por lo que decidió impulsar este paso tan arriesgado en aquellos momentos.
Además, Mayo es un reconocido sumiller más allá de la propia ciudad del Tajo, por lo que su apuesta también supone un importante respaldo para un sector al que en sus inicios le costó ser profeta en su tierra, aunque ahora cuente con un importante prestigio y con vinos que están considerados como de los mejores del mundo en sus categorías.
«Creo que tenemos todas las referencias que hay en el mercado», dice Mayo, que resalta la calidad de los vinos de la zona y la necesidad de apostar por ellos.
En este sentido, se muestra contundente a la hora de justificar aquella decisión señalando que «no es solo cuestión de apoyar, es que me gustaba lo que se estaba haciendo»
«No sabemos la ventaja que supone tener aquí las bodegas y poder ir cuando quieras», afirma Mayo, que destaca también el aprendizaje que le reportó poder estar en contacto con sus responsables y aprender de ellos, teniendo un especial recuerdo para aquellos arranques del sector. «Juan Manuel Vetas y Federico Schatz no saben lo que yo aprendí de ellos, sin olvidarme de mi amigo Manuel María López«, dice Mayo.
Su apuesta por los vinos de Ronda no estuvo falta de que algún cliente tuviese dudas al no conocerlos, en especial, hace unos años. «Yo le abro a usted todos los vinos que sean necesarios hasta encontrar uno que sea de su agrado», le dijo a uno de estos clientes que terminó por reconocer que «no esperaba tomarme hoy un vino como este».
Además, Tomás Mayo defiende la necesidad de que la restauración sea ese gran embajador de los vinos producidos en la zona y su región contando también con elaboraciones del marco de Jerez, Córdoba y los dulces Málaga.
