La bodega Vetas tiene en el mercado su nuevo vino: Mar de Tethys. Una edición especial de su Petit Verdot elaborado de forma natural y que tan solo sale al mercado en aquellas añadas que climatológicamente son casi perfectas y que llevan a esta uva a todo su esplendor en un terreno al que se adapta especialmente bien. Además, tiene que existir un adecuado punto de acidez y maduración que no tenga descompensación. Tal es el nivel de exigencia para su elaboración que tan solo 3 de las 23 añadas que han elaborado han sido seleccionadas para crear este vino de alta gama.
Y es que su nombre es toda una declaración de intenciones para crear un reconocimiento a aquel mar que cubrió esta zona y que dejó grandes sedimentos y fósiles en los terrenos que actualmente ocupan esta veterana bodega rondeña. Un aspecto que hace que sean especialmente fértiles. A tal punto llega el agradecimiento a estas tierras por este buen fruto que en su etiqueta también se incluyó una franja de la propia tierra de la bodega junto a la imagen de una caracola en alusión a esos restos fósiles. En concreto, se trata de la figura de la primera caracola que encontraron en la parcela, aunque posteriormente aparecieron otras muchas
Una edición especial que recogió sus primeros frutos al ser considerado como el segundo mejor vino tinto de España (98 puntos) en el concurso Civas compitiendo con otras 4.000 referencias del resto del resto del país. «Para nosotros es un orgullo este premio y viene a ratificarnos que este proyecto loco merece la pena», señaló Javier Vetas. Un logro que su padre y creador de la bodega, José Manuel Vetas, también considera que viene a reforzar el proyecto de la Serranía de Ronda con vinos de primer nivel. «Es bueno para Ronda tener este tipo de vinos», afirmó.
Al igual que el resto de vinos que elabora esta bodega se trata de una tirada de poco más de 1.000 botellas. «Cuando se acabe ya no hay más», apunta José Manuel Vetas, que se muestra muy satisfecho con el resultado de este vino que esperó 14 años para encontrarse en el punto óptimo que buscan sus responsables. «Aunque el vino es para beberlo, algunos se pueden guardar para una ocasión especial y este es uno de los casos, y es que a pesar de los años que tiene cuando lo abres tiene un color que recuerda a un vino joven», apunta Vetas.
Petit Verdot, uva de referencia
En cuanto a la elección de la variedad petit verdot para su elaboración, Vetas resalta la calidad de esta uva y su gran adaptación al clima. «Es una uva que en Francia hay muy poquita porque no madura bien, pero el que lo hacía lo arreglaba todo», apunta este enólogo que desarrolló su labor profesional en el país galo antes de regresar a España.
«Aquí en el sur es su sitio porque tenemos unos otoños largos y puede llegar a madurar a su punto máximo«, apunta. Este hecho asegura que «da origen a unos vinos con mucha estructura, muy equilibrados en todo». A ello añada las peculiaridades del terreno que en conjunto con todo lo anterior «hacen que sea algo espectacular».
Un vino que recomienda tomar con una comida potente, ya sea una carne o un buen cocido. Además, también aconseja hacer primero el paladar con otro vino para poder apreciar todo su potencial.
Aunque se desconoce cuándo volverá a salir al mercado otra añada, reconoce que tienen una más a la espera y con más antigüedad que la actual y que se atreve a calificar como «una delicia«.
