Scott Myers, el ejecutivo de la City de Nueva York que lo dejó todo para hacer vino en Ronda

La bodega Luisyana es su proyecto en la Serranía y ya cuenta con su primer tinto monovarietal de syrah en el mercado

Scott Myers en sus viñedos

La bodega Luisyana es su proyecto en la Serranía y ya cuenta con su primer tinto monovarietal de syrah en el mercado

Scott Myers en sus viñedos

Scott Myers era un joven ejecutivo de éxito en la City de Nueva York. Allí había logrado hacer realidad el sueño americano y convertir en un éxito la empresa tecnológica que había montado junto a unos amigos. Diez años dedicado en cuerpo y alma a un mundo que reconoce que se parece en cierto modo al exportado mediante las películas aunque no sea del todo real.

Aquella forma de vivir, sin embargo, no le llenaba del todo y decidió dar un giro de 360º a su vida. Decidió dejar su empresa, el sueño logrado, y marcharse a México para aprender a hacer vino. Un mundo por el que sentía una gran curiosidad a raíz de la gran variedad de vinos que había tenido la ocasión de probar en la ciudad de los rascacielos en la que existe una enorme oferta de todo el mundo.

En el Valle de Guadalupe se ofreció como voluntario en las bodegas para aprender el oficio mientras se forma a distancia en una universidad de California, una de las mecas de los vinos estadounidenses.

No obstante, algo le decía que aquel no era su sitio definitivo. Fue entonces cuando decidió aceptar la sugerencia de su cuñado y su hermana que residen en Málaga y que le había animado a viajar a España y conocer su potente sector.

A su llegada, mientras esperaba unos días para trasladarse a Soria para incorporarse a trabajo que había encontrado, visitó Ronda para conocer la ciudad, sus vinos y las bodegas de las que le había hablado su familia. Fue entonces cuando sufrió un auténtico «flechazo» y se enamoró de la Serranía y aquel viaje al norte nunca llegó a producirse.

Compró tres hectáreas de viñas

Myers encontró una finca con tres hectáreas de viñedos que se encontraba en venta en las proximidades de Acinipo y decidió comprarla, tras lo que comenzó un largo proceso que está a punto de culminar con las instalaciones de su propia bodega.

Algazara es su primer vino en el mercado.
Algazara es su primer vino en el mercado. (Javier Flores)

No obstante, ya cuenta con su primer vino, Algazara, un vino monovarietal a base de syrah, que es la única variedad con la que tenían plantada en sus viñedos.

En el futuro ya piensa en ampliar sus viñas para contar con más variedades, al tiempo que tiene proyectado lanzar un vino joven y otro rosado con el objetivo de llegar a una producción de entre 20.000 y 25.000 botellas

Un proyecto, del que su hermana Leigh forma parte como socia, y al que se encuentra dedicado de pleno. De hecho, es el propio Scott el encargado de realizar las trabajos diarias que requiere el viñedo y ahora también la bodega. Tan solo recurre a apoyo externo en la época de vendimia. Eso sí, las ovejas de su vecino también le ayudan a la hora de mantener controlado el crecimiento de la cubierta vegetal.

Y es que el manejo se hace de forma ecológica y durante el proceso se trata de realizar la menor intervención posible.

Compártelo en:

Facebook
Twitter
LinkedIn
Pinterest

Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pinche el enlace para mayor información.

ACEPTAR
Aviso de cookies