Daver enseña a los vecinos de Cartajima a trabajar el chocolate

El pastelero, David Verdú, mostró diferentes técnicas a jóvenes y mayores para realizar diferentes elaboraciones

Tartalera elaborada en Daver con motivo del centenario de las Descalzas.

El pastelero, David Verdú, mostró diferentes técnicas a jóvenes y mayores para realizar diferentes elaboraciones

Tartalera elaborada en Daver con motivo del centenario de las Descalzas.

La celebración del Día de Andalucía deja una gran cantidad de actividades en diferentes localidades de muy diverso tipo. En el caso de Cartajima optaron por incluir entre ellas la realización de un taller de chocolate que impartió el pastelero rondeño, David Verdú, de la confitería Daver.

Verdú enseñó diferentes técnicas a mayores y jóvenes para aprender a trabajar un producto tan atractivo como el chocolate, para lo que realizaron diferentes elaboraciones y también crearon  figuras a base de chocolate que se pueden emplear como elementos de decoración.

Desde esta empresa también son responsables de la elaboración de un dulce especial en honor a las Carmelitas Descalzas de Ronda  que están celebrando su año jubilar con motivo de su centenario.

Verdú durante un momento del taller.
Verdú durante un momento del taller.

El sacerdote rondeño, Salvador Aguilera pensó el realizar un homenaje a las Carmelitas en forma de dulce, por lo que propuso a Verdú realizar una elaboración conmemorativa con motivo de este hecho para así también acercar a la calle esta celebración de un modo muy especial.

Aceptada la propuesta, Verdú se propuso darle forma a un producto que tuviese una vinculación directa con la congregación y por ello optó por una tartaleta cubierta de chocolate que en su interior llevaría una combinación de nata y trufa para así hacer alusión a los colores del hábito de estas monjas. Además, en la parte superior también cuentan con medallón conmemorativo de la efemérides a base de chocolate blanco y sobre el que lleva impreso el nombre en manteca de cacao el logotipo creado para esta fecha en el que también se incluye la mano de Santa Teresa.

Una elaboración que también llegó a la propia sede del Vaticano en la que su web recogió el inicio de estas actividades y la realización de este dulce conmemorativo. «No pensamos que podía llegar tan lejos», dice Verdú, que se muestra muy orgulloso de su pequeña contribución para reconocer el trabajo de estas monjas.

 

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