Los vinos de la Serranía de Ronda son uno de los grandes recursos de la comarca. A la actividad propia para elaboración y venta se sumó posteriormente el enoturismo que pronto se convirtió en un pilar de apoyo para las bodegas y un completo para un sector tan potente en la zona como el turístico.
Ahora, tras al proyecto puesto en marcha por Elísabet Moreno, Fernando Girela y Alberto Serrano puede encontrar un nuevo apoyo convirtiendo parte de aquellos elementos de desecho en productos de higiene. De momento, el primero de los jabones a base de hollejo del vino se encuentra en el mercado.
Un producto que nace fruto de la colaboración de esta nueva empresa, Elisabet & Moreno y la bodega Lunares, que ha sido la encargada de colaborar para poder realizar el proceso de investigación necesario hasta encontrar la fórmula adecuada para crear este nuevo producto.
«Sabía lo que estaban haciendo porque conozco a algunos de ellos y me lo habían contando, en el momento que me lo propusieron no dudamos en sumarnos», señala Pedro Morales, responsable de la bodega.
Un primer jabón que tiene como base el hollejo de la garnacha que utiliza esta bodega para la elaboración de uno de sus vinos, y es que cada uno de ellos contará con una trazabilidad que permitirá conocer qué tipo composición tiene el hollejo y de qué bodega procede.
«Cada bodega tendría su jabón con su propio hollejo, ya que son elaboraciones por separado e individuales», explica Elísabet, que reconoce que no ha sido fácil sacar adelante este primer jabón y han sido muchas las pruebas necesarias para encontrar la combinación adecuada y el modo de utilizar el hollejo y el punto de secado y humedad perfecto para ello. Además, destaca las cualidades antioxidantes de este elemento y que se han incorporado al jabón como un elemento contra el envejecimiento
Pero la idea de la empresa, que instaló su fábrica en un local del Ayuntamiento de Jimera de Líbar, es ir paso más allá y que no sea solo colaborar con bodegas y poder utilizar el máximo de materia prima producida en la comarca.
«Nosotros tenemos nuestra propia plantación de luffa para las esponjas naturales y la idea es los agricultores de la zona puedan tener un cultivo alternativo», explica Girela. Y es que la empresa ya tiene otros productos en el mercado que están elaborados a base de productos naturales como la manzanilla.