El enólogo, Simbad Romero, sacará al mercado su propia línea de vinos naturales. Una apuesta «personal» por un sector el crecimiento al que se encuentra muy vinculado por los proyectos en los que participa en al Ribeira Sacra y con la versión andaluza de Mythopia. «Es algo muy personal, una de mis ideas locas, por eso quise que fuese algo individual para no comprometer a nadie», señala, al tiempo que apunta que «es algo al margen de Badman que ya tiene consolidado su perfil de vinos y que funciona entre sus clientes», señala Romero, que también es socio de esta conocida bodega rondeña. Además, reconoce que se trata de una apuesta arriesgada y, por lo tanto, «si me equivoco lo hago yo».
Un tipo de vino que sostiene que serán los primeros que se produzcan de este tipo en la Serranía, aunque los mismos estarán fuera de la denominación de origen. «Quiero tener libertad absoluta a la hora de elaborarlos», apunta, algo que no le sería posible dentro de la propia DO al tenerse que ajustar a las normas que se exigen para la elaboración. Además, tampoco cree que pueda llevar a ser un hándicap no poder poner Ronda en sus botellas. «Todo el mundo sabe que vivo aquí y que trabajo aquí», apunta. Por ello se decantó por ponerle su propio nombre a esta línea de vinos, algo que también considera que es una responsabilidad añadida.
En concreto, se tratará de cuatro vinos: tinto, blanco, espumoso ancestral y un clarete. En cuanto a las uvas utilizadas para su elaboración, el clarete estará compuesto por moscatel de alejandría y syrah; tinto, 100% syrah; espumoso ancestral, sauvignon blanc; blanco, moscatel de alejandría.
Además, se realizó una vendimia en verde y se utilizó como sistema la maceración carbónica con la totalidad del racimo sin someterlo al proceso de despalillado y tampoco romper la propia uva.
En cuanto a su envejecimiento, lo realizarán en botella y no tendrán ningún tipo de paso por barrica.
Todos ellos se espera que estén listos para salir al mercando en Navidad y tendrán una misma característica, serán muy ligeros y con unos 11 ó 12 grados de alcohol
Romero también es claro sobre elaboración de vinos naturales, señalando que «por ser natural no quiere decir que valga cualquier cosa, el vino tienen que estar bien hecho y rico».
Unos vinos con los que espera aportar una granito más de riqueza a los «buenos vinos» que se hacen ya en las bodegas rondeñas con un producto que hasta el momento no se está trabajando.