El Amasco, nuevos vinos de Ronda

Los hermanos Pérez en colaboración con la bodega Badman Wines han elaborado un nuevo tinto joven monovarietal de syrah y un rosado a base de merlot y syrah

El Amasco, nuevos vinos de Ronda

Los hermanos Pérez en colaboración con la bodega Badman Wines han elaborado un nuevo tinto joven monovarietal de syrah y un rosado a base de merlot y syrah

El Amasco, nuevos vinos de Ronda

El sector del vino en la Serranía de Ronda sigue creciendo. Si la pasada semana se conocía la próxima llegada de una bodega que buscar crear un vino de alta gama y dirigirse al turismo de lujo, en esa ocasión, son dos nuevos vinos los que llegan al mercado.

En concreto, se trata de El Amasco tinto y rosado, dos vinos que han sido creados por los hermanos Juan José, Eduardo y Gema Pérez en colaboración con bodega Badman Wines que ha sido la responsable de su elaboración. Un nombre que también posee la finca familiar en la que se encuentra el viñedo y que en pasado tenía muchos amascos.

Gema Pérez, una de las hermanas impulsoras, se mostró muy ilusionada con la llegada de sus vinos al mercado, dando así por culminada aquella aventura que emprendió su padre cuando plantó el viñedo en una parcela situada en las primeras estribaciones de la carretera que conduce hacia la ciudad roma de Acinipo. «Mi padre siempre tenía la ilusión de hacer vino y ponerle El Amasco, creo que hemos cerrado el círculo», señala Gema.

En esta parcela familiar han estado cultivado durante años syrah y merlot que han vendido a diversas bodegas, como hacen los viticultores que no poseen la suya propia. Tras morir su padre de forma repentina estuvieron un tiempo arrendando la parcela, aunque, tras varios años de su fallecimiento, los tres hermanos decidieron retomar el trabajo y volver a cultivarla ellos.

Así tenían pensado seguir hasta que un año tras vender su uva a la bodega Badman Wines,  los enólogos de la misma, Manuel Carrizosa y Simbad Romero, les animaron a crear su propio vino al ver que el viñedo creían que tenía muchas potencialidades.

«Yo estoy vinculada al mundo del vino por mi trabajo en Milamores y sé todo lo que conlleva, por lo que era un poco reacia, aunque se lo trasladé a mis hermanos pensando que me dirían que no, pero dijeron que sí, que podíamos probar», explica Gema.

Carrizosa reconoce fueron ellos los que les animaron a lanzarse a esta aventura por las potencialidades que le vieron a la parcela. «Es normal que tuviesen vértigo a lanzarse solos, por eso les propusimos al principio que fuese una colaboración de la que nace el primer vino que es un tinto muy estructurado y con mucho color y al mismo tiempo ligero», señala Carrizosa.

Manuel Carrizosa y Gema Pérez en el viñedo

A partir de ese momento comenzó el trabajo tanto técnico en bodega como administrativo para dar forma al proyecto y convertirlo en realidad. «Con lo que teníamos era bastante evidente que teníamos que optar por monovarietal de syrah que es la uva mayoritaria», explica Carrizosa.

Además, explicó que «nuestra idea es trabajarlo como un vino joven pero con cierta potencia«. Una elaboración que no lleva crianza en madera aunque sí casi un año de crianza en depósito para pulir el tanino. «Estamos muy contentos con él, es un vino joven pero con cierta potencia y estructura», insistió Carrizosa.

Un rosado fresco

Posteriormente surgió la idea de crear un rosado, vinos que están teniendo un importante crecimiento en la comarca, y que ya nació como idea propia de sus impulsores. «Es un rosado de syrah-merlot fresco, goloso, afrutado, con acidez…», señala Carrizosa

En cuanto a los números de la primera añada, serán 2.000 botellas de tinto y 700 de rosado las que lleguen al mercado, un hecho que también estuvo condicionado por la sequía de los últimos años que hizo que bajase la producción.

Unas cifras que para la añada de 2024 esperan que pueda ser mayor y es que el viñedo presenta mejores condiciones y también se observa una mayor producción de uva para esta vendimia que acaba de comenzar en la Serranía.

De hecho, tanto los hermanos Pérez como los responsables de la bodega ya piensan en posibles incorporaciones a esta familia de nuevos vinos.

Eso sí, no dejan de reconocer las complejidades que tuvo el lanzamiento, en especial, en la parte burocrática, un aspecto que Gema Pérez asegura que ha sido el aspecto que le resultó más complicado de llevar. «Todo el tema burocrático ha sido lo peor, lo más tedioso y lo más complejo», dice Pérez.

Unos vinos que también pertenecen a la Denominación de Origen de Málaga y su subdenominación Sierras de Málaga.

En el aspecto técnico del cultivo elaboración ahora iniciarán una segunda fase para conocer más en profundidad en viñedo, parcelarlo en función de la calidad de cada zona y así poder determinar qué destino tiene cada uva

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