La Barfina, cocina fusión entre las murallas

El local ofrece una propuesta gastronómica con elaboraciones que beben de recetas tradicionales con guiños asiáticos y mexicanos de las que el chef, Kiko Ramírez, creó su versión. Todo ello junto a una fuerte apuesta por vinos rondeños y andaluces

Ajo negro de coco.

El local ofrece una propuesta gastronómica con elaboraciones que beben de recetas tradicionales con guiños asiáticos y mexicanos de las que el chef, Kiko Ramírez, creó su versión. Todo ello junto a una fuerte apuesta por vinos rondeños y andaluces

Ajo negro de coco.

Ronda está rodeada de murallas y en su interior se esconden numerosos monumentos que hacen que sea uno de los principales destinos de interior de Andalucía. Entre ese entramado de atractivos turísticos también se encuentran numerosos locales que ofrecen una rica gastronomía al visitante.

Precisamente, dentro de ese recinto amurallado en pleno corazón del barrio de San Francisco, se encuentra una de las últimas propuestas gastronómicas que llegó a la ciudad: La Barfina.

El proyecto emprendido por Juan Ramírez busca salirse de la propuesta tradicional y apostar por una cocina fusión que  combina sabores tradicionales con otros con toques asiáticos o mejicanos.

El chef, Kiko Ramírez muestra su salmorejo de remolacha
El chef, Kiko Ramírez muestra su salmorejo de remolacha

Para ello se puso al frente de los fogones al chef Kiko Ramírez, que tras iniciar su carrera en Ronda en los restaurantes Escudero y Tragabuches, pasó por diferentes destinos en Sevilla llegando a ser el jefe de cocina del restaurante del Hotel Abades en la capital andaluza.

Desde allí decidió regresar a su tierra para ponerse al frente de este proyecto tan particular en el que se tiene como premisa principal la apuesta por el producto de primera calidad.

«Lo principal es el producto, si no es bueno no nos vale», señala rotundo Ramírez, que defiende su apuesta por salirse de la cocina más habitual y realizar platos diferentes con muchos guiños a sus años de trayectoria profesional.

Pulpo del Cantábrico
Pulpo del Cantábrico

Entre ellos se encuentra su propia versión de la mítica milhoja de foie que se popularizó desde Tragabuches, el restaurante rondeño fundado por Manuel María López y que logró su estrella michelín con Sergio López al frente de su cocina.

La carta es toda una declaración de intenciones, algo que se aprecia ya desde los entrantes. Crujiente de morcilla de waygu, salmorejo de remolacha, nachos mexicanos o el ajo negro de coco.

Tampoco falta la mirada a los productos del mar de proximidad como el brioche de atún rojo, carpaccio de atún rojo, tataki de atún rojo de almadraba. De igual modo, también se ofrece su propia versión del pulpo del cantábrico.

En cuanto a las carnes, no falta el cochinillo crujiente, codillo a baja temperatura o el tataki de vaca rubia gallega.

En los postres un guiño del chef a su hija con una crema de galleta. «Es un postre que creamos entre los dos en casa y que me preguntó si estaría en el bar», explica Ramírez.

Crema de galleta
Crema de galleta

Apartado especial merecen también los vinos, con una importante presencia de referencias andaluzas y, especialmente, rondeñas. Los clientes tienen la oportunidad de consumir una selección de ellos por copas. Además, cuentan con una oferta todavía mayor para el consumo por botellas

Precisamente, la apuesta por el producto de proximidad es otra de las señas de identidad. «Buscamos encontrar lo que buscamos lo más cerca posible, nuestro pan lo hacen aquí, los helados, vinos, quesos, atún de Barbate…», señala Ramírez.

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