Astronomía y vinos se unen en la bodega Cortijo Los Aguilares

Durante el verano ofrecen una experiencia que une la observación del cielo bajo la dirección de un astrónomo y la degustación de varios de sus vinos hasta entrada la madrugada

La degustación de vinos se mantienen durante toda la actividad.

Durante el verano ofrecen una experiencia que une la observación del cielo bajo la dirección de un astrónomo y la degustación de varios de sus vinos hasta entrada la madrugada

La degustación de vinos se mantienen durante toda la actividad.

El verano está vinculado en Andalucía a la realización de actividades al aire libre durante la noche para aprovechar la bajada de las temperaturas. En algunas zonas del interior el descenso puede llegar a ser muy significativo e incluso requerir de manga larga a partir de ciertas horas de la noche.

En la bodega rondeña Cortijo Los Aguilares no son ajenos a ello y han querido ofrecer a sus clientes la oportunidad de disfrutar de sus vinos en una velada nocturna en la astronomía es la otra gran protagonista. Tras realizar varias pruebas el pasado año este verano han puesto en marcha esta actividad que permite disfrutar del vino mientras se participa en una actividad de observación del cielo y las estrellas dirigida por un astrónomo.

Una actividad que se realiza junto a la bodega y en la que no falta de nada, incluidas las hamacas que permiten la observación del cielo de forma cómoda. Tampoco falta la correspondiente manta en cada una de ellas para cuando comience a llegar el fresco de las noches rondeñas al avanzar la madrugada.

También se realizará observación con telescopios
También se realizará observación con telescopios

Tampoco falta la oportunidad de tener un meteorito auténtico y poder tocarlo, algo que hace especial ilusión a los más pequeños y que causa sorpresa entre los mayores.

Además, en función del día elegido se pueden realizar observaciones de la luna o de cielo profundo. “La semana pasada vinimos a ver la luna y esta semana hemos repetido para ver el cielo profundo, se lo prometimos al niño”, señalaba uno de los asistentes.

La noche de aprendizaje tiene que estar acompañada en una bodega de sus vinos. En este caso, fueron tres los que tuvieron a su disposición los asistentes. El nuevo blanco de la bodega (Breñal) y dos de sus tintos (Pago del Espino y Tadeo). A ello se añaden patatas fritas, palomitas, chucherías y melón que están a disposición de los visitantes durante toda la actividad que se prolonga hasta pasada la una de la madrugada.

La jornada empieza justo al atardecer
La jornada empieza justo al atardecer

Y es que tras las explicaciones sobre las composiciones del cielo y qué se puede observar, también se tiene la oportunidad de realizar observaciones directas en telescopio para ver diferentes objetos.

También podemos aprender cómo localizar la estrella polar en todo momento o si el horóscopo que tenemos realmente corresponde con el que marcarían las estrellas en función de nuestra fecha de nacimiento. Quizás muchos se lleven una sorpresa en este aspecto.

En la bodega se muestran muy satisfechos con la acogida que está teniendo esta combinación de vinos y estrellas, y es que las dos primeras fechas han completado el aforo y para la próxima fecha han teniendo que aumentar el número de hamacas ante una mayor demanda. Pese a ello también tienen ya todas las plazas ocupadas.

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