La próxima vendimia se define con la poda en verde

Equipo de la bodega Conrad realizando la poda en verde.
Equipo de la bodega Conrad realizando la poda en verde.

Las abundantes lluvias y la llegada del buen tiempo también han tenido un efecto directo en los viñedos de la Serranía de Ronda que han brotado con fuerza. «Hacía mucho tiempo que no lo veía así», señalaba, Rodrigo Nieme, enólogo de la bodega Conrad

Hace tan solo unos días en sus viñedos trabajaba su equipo en la denominada poda en verde para definir la producción de la próxima vendimia y también crear las condiciones en la planta que faciliten la correcta aireación de la misma para evitar enfermedades y al mismo tiempo conseguir la mejor maduración posible de la uva cuando llegue el momento.

Un trabajo que en estos días han realizando en las bodegas en una lucha contra el calendario, ya que hay poco margen para realizarlo sin causar heridas de importancia a la planta aprovechando que las yemas están tiernas y pueden retirarse con las manos sin recurrir a ningún tipo de herramienta.

«Es complicado llegar a tiempo cuando gestionas una cantidad de hectáreas importante como es nuestro caso», señala la directora técnica y enóloga de la bodega Cortijo Los Aguilares, Bibi García.

Además, resaltó la importancia de este trabajo más allá de la propia definición de la producción, ya que también considera que juega un papel muy importante para el bienestar de la planta y el crecimiento de la propia uva.

Un planteamiento en el que coincide su compañero Vicente Inat, enólogo de las bodegas Lunares y Descalzos Viejos. «Es importante tener un reparto adecuado y que haga homogénea la producción», señala, al tiempo que destaca también el papel que juega este trabajo para evitar la posible llegada de enfermedades por un exceso de humedad en el interior de la misma.

Los viñedos han brotado con fuerza
Los viñedos han brotado con fuerza

«En nuestro caso podemos retirar entre un 30% y 40% de exceso de producción en este momento», dice Inat. Y es que aunque en la poda de invierno se pueda definir qué se quiere que haga la planta luego pueden producirse más brotes de yemas de los deseados que también se retiran con este trabajo.

Un trabajo «crucial»

En este mismo sentido se pronuncia Federico Schatz, histórico bodeguero rondeño y que concede a este momento un aspecto «crucial» a la hora de crear la producción de la próxima vendimia.

«Es un trabajo esencial para dejar en la planta la uva que queremos y así poder regular su creciendo y la calidad de la misma», señala. En este sentido, explica que de no hacer este trabajo la planta podría llegar a producir entre 10 y 15 kilos de uva en racimos irregulares, de menor calidad y con una maduración irregular. «Nosotros dejamos solo 16 yemas para que cada cepa tenga una producción aproximada de 1,6 kilos, así logramos que sean racimos de mejor calidad y que tenga una maduración más homogénea», señala.

Al igual que sus compañeros también destaca el papel que juega este sistema para el bienestar de la planta y reducir el estrés de la misma para mantener el follaje y el adecuado crecimiento de los racimos.

Eso sí, todos coinciden que este trabajo también tiene sus riesgos al realizar en una época en la que todavía existe un riesgo de heladas como acaba de ocurrir en el norte de España y que puede conllevar una pérdida importante de la producción y hasta la totalidad de la cosecha en algunos casos.

 

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