Bar El Convento, un ‘pequeño museo’ para agradar al paladar

En su carta se combinan elementos tan tradicionales como costillitas fritas, chicharrones, metralla de jamón ibérico con tartar de aguacate y paté de pato.

Costillas fritas al limón acompañadas por pimientos fritos y patatas.

En su carta se combinan elementos tan tradicionales como costillitas fritas, chicharrones, metralla de jamón ibérico con tartar de aguacate y paté de pato.

Costillas fritas al limón acompañadas por pimientos fritos y patatas.

Fuera del centro de las ciudades y apartados de los circuitos turísticos se pueden encontrar ofertas gastronómicas realmente interesantes. Es el caso del bar El Convento, situada en los límites del barrio de San Francisco de Ronda. Un local de toda la vida que hoy regenta José Antonio Garrido, que decidió dar una vuelta de tuerca a la cocina tradicional que mantenían sus padres.

Sorprende al llegar su decoración. Una especie de museo de diferentes elementos históricos en los que se pueden encontrar desde instrumentos, discos, fotografías de la ciudad o una maqueta de un tren de vapor que arranca cada vez que reciben una propina.

Un local que sigue contando con una clientela local muy importante pero que ha sido descubierto por los visitantes, entre los que destacan los asiáticos. Ellos comenzaron a ser atraídos por su tinto de verano elaborado con un toque de vermut y que ahora vienen con todas las tapas a probar en sus teléfonos móviles.

Chicharrones
Chicharrones (Javier Flores)

Entre sus fijos se encuentran las costillitas fritas al limón, chicharrones, metralla de jamón ibérico, salchichón o chorizo ibérico, opciones que perduran con el paso del tiempo y que son una muy buena opción para conocer estos productos tradicionales de la Serranía y combinarlo con alguno de los vinos de Ronda que también podemos encontrar en su carta.

Junto a ellos conviven también opciones como el rulo de queso de cabra o queso de oveja o payoyo, que también te llevan hacia otra gran tradición gastronómica de la zona como son las elaboraciones a base de la leche que producen los rebaños que todavía sobreviven en la comarca.

En función de la temporada también podemos encontrar alcachofas o tomates aliñados, otros dos productos sencillos pero que son una gran joya gastronómica.

Paté de pato, con queso de cabra y frutos rojos
Paté de pato, con queso de cabra y frutos rojos (Javier Flores)

Entre los platos más ligeros y que son estupendos cuando suben las temperaturas nos encontramos el tartar de aguacate de langostinos, otro habitual en su carta. Su paté de pato con rulo de queso de cabra y  frutos rojos es otro de los fijos en sus mesas.

Tampoco nos podemos olvidar de otros como sus champiñones con langostinos o las croquetas del puchero, entre otros muchos, ya que cuenta con una carta muy amplia.

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