José Antonio Melgar, jefe de sumilleres del Grupo Trocadero, recibía recientemente el premio Puerta Nueva por su trabajo de difusión de los vinos de Ronda y Málaga, un premio que le llegó tras años de trabajo en este importante conglomerado de restaurantes de lujo que cuenta con diez locales repartidos entre la costa malagueña y gaditana y que acaba de abrir su primer local en Madrid.
Melgar, formado en el restaurante rondeño Pedro Romero en el que inició su carrera, cuenta ahora con un master en enología realizado por la Universidad de Málaga y se convirtió en uno de los sumiller más reputados de la Costa del Sol.
Enamorado del trabajo que se realiza en las bodegas rondeñas, en la actualidad tiene 37 referencias de la Serranía en su carta de vinos, que además abre con las referencias de los vinos de las Sierras de Málaga y Málaga, que son las denominaciones oficiales que reciben por parte del Consejo Regulador de la Denominación de Origen. «Cuando llegué al grupo creo que solo teníamos dos vinos de Ronda», explica Melgar, que asegura que el aumento de su presencia es debido a buen trabajo que se realiza y los buenos vinos que se producen en la zona en la actualidad.
Importantes sumiller y enólogos saben lo que se está haciendo aquí
Y es que sostiene que los vinos rondeños y el trabajo que se realiza en la zona ya es conocido fuera de la propia provincia dentro del sector. «Importantes sumiller y enólogos de bodegas muy reconocidas conocen lo que se está haciendo aquí y saben quiénes son los enólogos que están haciendo este trabajo», señala Melgar, que pronto volverá a emprender viaje por las regiones productoras para conocer las novedades que presenta el mercado. «Es un mundo que está en constante evolución y que siempre hay que estar al día», señala.
Cabernet sauvignon, su uva preferida
Aunque asegura no tener ningún vino preferido, sí que se decanta por la uva, cabernet sauvignon, aunque en los últimos tiempos asegura que descubrió algunos blancos a base de viognier que también le sorprendieron. Precisamente, este es el aspecto que asegura que busca en un vino. «No tengo ninguno preferido, lo que busco es que me sorprenda», dice Melgar, que considera fundamental que tengan un buen equilibrio de sus características organolépticas con unos taninos no muy agresivos y una acidez correcta.
