Los vinos de la Serranía de Ronda han experimentado un importante crecimiento en la última década, en la que han logrado hacerse un hueco en un mercado muy competitivo. En esta serie de imágenes vamos a mostrarles las personas que están tras el trabajo que lo hace posible.
La primera de nuestras protagonistas es Bibi García, una enóloga sevillana que tras pasar por diferentes bodegas en Chile y España (Rioja Alavesa y Priorato) recaló en el año 2007 en el proyecto de Cortijo Los Aguilares que impulsaba la familia Itarte y que en la actualidad es una de las bodegas de mayor reconocimiento en estos momentos en la comarca con vinos que han logrado un importante reconocimiento a nivel internacional.
García es una firme defensora de los equipos, hasta el punto de que siente cierto pudor cuanto se le atribuyen los éxitos que están logrando en el mercado con sus vinos, hasta el punto de que uno de ellos, su Pinot Noir ha recibido la medalla de oro al mejor vino de esta variedad en el mundo. Un éxito que suele matizar añadiendo un «uno de los mejores». En la actualidad la bodega cuenta con ocho vinos en el mercado, siete tintos y un rosado, aunque se está preparando el lanzamiento de un blanco.
La bodega produce en estos momentos unas 100.000 botellas procedentes de las 40 hectáreas de viñedos que gestionan, ya que no utilizan uva de viñedos que no sean propios. Una producción de oscila cada añada en función de las condiciones climáticas, un aspecto que García considera que se está convirtiendo en el principal reto que tienen que afrontar.
En cuanto a las ventanas de la Serranía, García considera que la altura a la que se encuentran los viñedos es un gran aliado y hace que exista un muy buen comportamiento de la acidez.
